Esta hermosa y aromática planta color lila ha sido
utilizada desde la antigüedad como una hierba relajante en los baños de
inmersión.
Fueron los romanos los que difundieron el uso del
aceite de lavanda en el agua de baño.
Entre los usos tradicionales de esta planta
encontramos:
Relajar,
Para evitar dolores de cabeza o nerviosos.
Ahuyentar insectos (las polillas la odian)
Aromatizar el hogar
Facilitar el sueño
Es efectiva en masajes, cuando tenemos dolores
corporales intensos, en vez de clavarnos un ibuprofeno, podemos pedirle a
nuestra pareja que nos haga unos relajantes masajes con aceites enriquecidos
con lavanda. No solo estimula nuestros sentidos con su aroma, sino que
absorbemos todos sus beneficios a través de la piel.
Tanto sus usos como sus beneficios son amplios, se
utiliza como antiséptico, somnífero, digestivo, relajante…y hay más. Es muy
efectiva para el tratamiento del dolor, ya que es antiinflamatoria.
Su composición (cineol, linalol, geraniol, limoneno
y sabineno) la convierte en una planta ideal para el cuidado de la piel, esto
sumado a sus taninos se aplica en tratamientos para problemas como heridas o
cortes, quemaduras, enfermedades de la piel, eccemas, psoriasis, picaduras,
moretones, sarna y caída del cabello.
La nobleza de esta maravillosa planta la vuelve
indispensable para su utilización en biocosmética para la piel, combinada en
perfecta armonía con otras plantas, nos otorga unas cremas, tónicos y perfumes
idóneos para la armonía y belleza del cuerpo y el alma.
No comments:
Post a Comment