Friday, July 1, 2016

ANIMAL CRUELTY FREE. Siguiendo al conejo.




La existencia y experimentación  de animales en laboratorios, es una práctica que desde el siglo XVI se ha utilizado en "pro" de la ciencia y la industria.

"En los laboratorios, los animales son usados principalmente para los test de toxicidad (el test Draize, el DL50, el Test de Toxicidad Dermal y de Toxicidad Oral; los estudios de Inmersión, de Inyección e Inhalación). En éstos, los animales son sometidos a dosis letales de todo tipo de ingredientes, a pruebas alergénicas y de irritación - ulceración cutánea, a pruebas de inhalación e inyección de tóxicos, de armas biológicas y químicas, de resistencia a la falta de atmósfera o gravedad, de medicamentos y fármacos, e incluso, de alimentos para animales de compañía". (animanaturalis.org)

En pleno siglo XXI, con avances y progresos en tantos aspectos de nuestra vida, es imposible pensar en seguir realizando estas prácticas con seres que sienten y sufren, pero esto sigue sucediendo en la industria cosmética, militar, de la salud y hasta de tabaco, realizan hoy el testeo de sus productos en animales como roedores, perros, simios, entre otros.

 

Libres de sufrimiento
 

Varias investigaciones encubiertas hechas por grupos pro defensa de animales,
  han expuesto lo que estos seres viven en laboratorios de todo el mundo. Horribles experimentos que en el 99% de los casos terminan en muertes totalmente innecesarias.

En respuesta
  a esto, hoy existen también varias marcas y empresas que se han negado a seguir con estas prácticas, desarrollando productos de gran eficacia y comparable calidad sin la necesidad de llegar a la crueldad animal. Esta segmento de la industria ha entendido los beneficios de este cambio de hábitos ya que los productos libres de crueldad,  por lo general, contienen menos sustancias químicas y más sustancias naturales, lo cual no solo libera a los animales de dolorosas pruebas, sino que ayuda al medio ambiente, impidiendo la producción y eliminación de contenido químico perjudicial para el planeta.

Conociendo toda esta información, tal vez tengas una pregunta en tu mente:

¿Es realmente necesario experimentar en animales? La respuesta es: NO. Actualmente
  se maneja suficiente tecnología como para experimentar con tejido de hueso y piel sintética, simulación in vitro y por computadora. Ya no es necesario torturar animales para crear productos seguros para el ser humano

La única opción: Conciencia al comprar

El arma más poderosa con la que contamos todos es la opinión y la decisión, en nuestras manos esta, hacer de este mundo un lugar más compasivo y amable con todas las criaturas.
Al comprar, opta por productos y marcas libres de crueldad animal.


Para más info visitá la página www.animalcrueltyfree.com

Emma
Polen

LAVANDA


Esta hermosa y aromática planta color lila ha sido utilizada desde la antigüedad como una hierba relajante en los baños de inmersión.
Fueron los romanos los que difundieron el uso del aceite de lavanda en el agua de baño.
Entre los usos tradicionales de esta planta encontramos:

Relajar,
Para evitar dolores de cabeza o nerviosos.
Ahuyentar insectos (las polillas la odian)
Aromatizar el hogar
Facilitar el sueño

Es efectiva en masajes, cuando tenemos dolores corporales intensos, en vez de clavarnos un ibuprofeno, podemos pedirle a nuestra pareja que nos haga unos relajantes masajes con aceites enriquecidos con lavanda. No solo estimula nuestros sentidos con su aroma, sino que absorbemos todos sus beneficios a través de la piel.

Tanto sus usos como sus beneficios son amplios, se utiliza como antiséptico, somnífero, digestivo, relajante…y hay más. Es muy efectiva para el tratamiento del dolor, ya que es antiinflamatoria.

Su composición (cineol, linalol, geraniol, limoneno y sabineno) la convierte en una planta ideal para el cuidado de la piel, esto sumado a sus taninos se aplica en tratamientos para problemas como heridas o cortes, quemaduras, enfermedades de la piel, eccemas, psoriasis, picaduras, moretones, sarna y caída del cabello.

La nobleza de esta maravillosa planta la vuelve indispensable para su utilización en biocosmética para la piel, combinada en perfecta armonía con otras plantas, nos otorga unas cremas, tónicos y perfumes idóneos para la armonía y belleza del cuerpo y el alma. 

 
Emma
Polen




BIOCOSMÉTICA ¿Qué es?


La biocosmética es lo más nuevo en cuidados corporales y faciales. Es una tendencia que está en alza en la medida que somos cada vez más conscientes del daño que estamos provocando en el planeta y que supone, ante todo, un nuevo acercamiento a la Madre Naturaleza.
Sus pilares básicos son que los conservantes sintéticos, los pesticidas, los derivados del petróleo y otros productos químicos no ayudan ni al desarrollo sostenible de la vida ni a la regeneración de la piel humana. Por ello, en la elaboración de productos de biocosmética sólo se utilizan materias primas procedentes de cultivos libres de pesticidas, herbicidas, abonos químicos, etc., y queda descartada la utilización de cualquier planta sometida a modificación genética.
Cada vez más empresas se suman a esta forma de elaboración sostenible por la creciente concientización de la humanidad ante el cambio climático y el incierto futuro del planeta Tierra.
Al igual que los alimentos bio o ecológicos son más saludables, los biocosméticos son mucho más delicados con la piel y el cabello, a la vez que más eficaces. No contienen conservantes artificiales, por el contrario, se recurre generalmente a los aceites naturales o a vitaminas como la E- ni perfumes sintéticos, y tanto los envases como la tinta utilizada en el etiquetado son biodegradables.
En ningún caso han sido probados en animales, aunque sí son sometidos a controles de calidad y otros procesos para evitar reacciones alérgicas.
En post de la belleza, nos olvidamos que la piel, es la barrera de nuestro cuerpo, que nos protege de agentes nocivos externos y que debe estar ventilada y poder respirar, los productos industriales, como los antitranspirantes  utilizan productos químicos como el aluminio que impide ese proceso natural y necesario de la piel, como lo es transpirar. 
Para estar hermosas, todo lo vale. ¿Pero tiene que ser así? No. Esa es la respuesta de la biocosmética. Una alternativa saludable.
 “Utilicemos plantas”
Los productos elaborados con plantas vuelven con fuerza. Buscamos la curación a través del mundo vegetal, en tanto que la aromaterapia persigue la belleza y la salud a través de los aromas obtenidos de flores y plantas.
Las sustancias vegetales y biológicamente cultivadas que se utilizan en la, estimulan la capacidad natural de la piel para recuperarse y no suponen una agresión para el frágil equilibrio de la misma.
Plantas  como la lavanda, el llantén, el romero, el tomillo, la menta, el aloe vera, la caléndula son algunas de las miles de opciones que la naturaleza nos provee para sanar, la piel, y otorgarnos salud, y la salud trae belleza, chicas. Aprovechemos sus propiedades, consumir productos sustentables y hechos con conciencia y ética significa un beneficio para vos y para todos.

Ser y usar  verde es la nueva tendencia, y llegó, para quedarse.

Emma
Polen


Multitasking: Un nuevo nombre para decir ‘Soy Mujer’


 “Hacer muchas cosas a la vez pone en riesgo la salud, es estresante” afirman los científicos del comportamiento humano.
Gracias. Lo sabemos, de verdad. Lo sentimos a veces, incluso, en nuestros cuerpos, en la cabeza que está a mil y que cuando paramos un segundo para respirar nos pasa factura. Sabemos lo que dicen: que hay que apartar al menos media hora al día para la reflexión y el encuentro con una misma, que hay que saborear cada segundo porque jamás volverá, que tenemos que descansar cinco minutos cada cuarenta de exposición a la pantalla de la compu…todo muy lindo: es más fácil decirlo que hacerlo. Encontrar un espacio personal, para cualquier mujer hoy en día es una odisea inexpugnable. Lo era antes también, cuando no nos aceptaban en el mercado laboral; ahora que nos hicimos un lugar en la vida pública y profesional (y llegamos para quedarnos, señores) parece que la sociedad nos reclama más y más tiempo, el doble de esfuerzo que a nuestros colegas masculinos. Así, la comunidad científica nos categorizó con un nuevo nombre: mujeres multitasking.
Empecemos por el principio: ¿Qué es esto del multitasking? Es una palabra en inglés que traducida sería “multitarea”, extraída del lenguaje cibernético: técnicamente es la capacidad que tienen las computadoras de administrar y completar varios procesos simultáneamente. Llevado a la práctica cotidiana, sería el concepto que reúne la capacidad o posibilidad de cumplir con muchas ocupaciones de manera paralela. En resumen, es hacer mil cosas al mismo tiempo.
Actualmente ha sido aplicado al universo laboral, en el que una persona está frente a una computadora aproximadamente ocho horas diarias, tiene una cuenta en Twitter, Facebook, Linkedin, Instagram, Snapchat, al menos tres grupos de Whatsapp (Familia, Amigos, Trabajo), cada una representando una ventana abierta; chequea los mails, habla con una compañera de trabajo, piensa en qué va a cocinar a la noche, me tienen que pasar el informe así lo reviso, si hago tiempo cuando salgo voy al gimnasio, de pasada dejo a los chicos en el club. Este comportamiento es poco saludable y disminuye la concentración en las tareas, dicen.
¿Sí? Los invito a vivir un día en la mente femenina.
Toda mujer que tenga un trabajo, una casa, al menos un hijo y al menos un marido sabe qué significa esto del multitasking, aunque no conozca el vocablo que se usa para nombrarlo. Imaginate si en vez de uno, tiene dos (hijos, claro). Sumemos a esto que no tiene mucama ni niñera ni secretaria. Imaginemos que sonó el despertador a las siete de la mañana. Lo apagaste pensando que tenés que poner la pava para el mate, despertar a Lolo para que desayune antes de ir al cole porque ayer se te hizo tarde y la criatura se fue con veinte pesos a la escuela para comprar en el recreo y por supuesto terminó con una gaseosa y caramelos y ¡Dios mío todavía no me levanté! Saltás de la cama, agarrás el pantalón negro que dejaste preparado ayer por si te quedabas dormida. Con una pierna afuera del pantalón corrés a la habitación del querubín, Lolo arriba, mamá se quedó dormida, metés la otra pierna adentro del pantalón y mientras te dirigís a la cocina vas levantando los juguetes que  quedaron en el camino y una media que no sabés de qué par es, de dónde salió (¿Es mía?), la dejás en el respaldo de la silla donde después cuando llego a casa me fijo, ponés la pava, preparás el mate, te delineás un ojo, encendés la compu. Espero que me hayan enviado el informe, mirás el celu: 40 mensajes de grupos de whatsapp, chequeás al pasar el grupo de las madres del cole, ¿en qué momento mandaron tantos mensajes? Te delineás el otro ojo y-Má! Dónde están las zapatillas del cole? -¡Debajo de la cama fíjate! -¡Me falta una! -La otra está acá debajo de la mesa. El informe no está, qué hago, mandás un mail para recordárselo a la persona encargada de enviarlo, tomás un mate, peinás a Lolo (-lávate los dientes), terminás de maquillarte y peinarte vos, para no salir a la calle con esa cara de “mujer multitasking”…Y todavía no saliste de tu casa.
No voy a intentar describir un día de trabajo.
Sólo sepan que cada mes sacamos turno para la depiladora, vamos al gimnasio, pasamos por la pelu, nos mantenemos al día con las chicas, arreglamos una cena con los socios, retenemos sin problemas fechas de cumpleaños, aniversarios, eventos de los niños. Contestamos mails, mensajes, llamadas, pedidos (de amigas, familiares, clientes, hijos, marido). Hacemos hasta lo impensado para no descuidar la intimidad, la relación de pareja. Inclusive, una vez por mes nos esforzamos por darnos un baño de inmersión de media hora, aunque sea a las doce de la noche, para reconectarnos. ¿Multi..qué…? Soy mujer. Punto.

Autora: Daniela Pedemonte
Profesora de Literatura
Mamá full time